martes, 5 de mayo de 2015

El Tesoro del Delfin

Despues de unas estiradas vacaciones de Semana Santa, volvemos con vosotros al Museo del Prado (en el cual por mucho que vayamos siempre descubrimos cosas nuevas), para enseñaros nuestro último descubrimiento.

Es uno de los tesoros más injustamente desconocidos por el público de la pinacoteca.
Se encuentra en varias salas del sotano del Edificio Villanueva, guardada por una puerta acorazada. En ellas se encuentran 120 vasos,copas,jarras, bandejas y otras piezas de mesa y decorativas datadas entre los siglos XVI y XVII, que pertenecieron a Luis, el Gran Delfín, hijo del rey Luis XIV de Francia y padre de Felipe V, primer rey Borbón español.
La colección completa estaba formada por 698 piezas,de las que su segundo hijo, Felipe V, heredó 169.

Lo mas interesante es la novelesca historia que la colección ha sufrido desde su llegada a
España.
En 1724 Felipe V destinó estas joyas heredadas como objetos decorativos al
Real Sitio de la Granja de San Ildefonso. Tras su muerte Carlos III ordenó llevarlas al Real Gabinete de Historia Natural, hoy sede del Prado.
En 1813 la colección sufrió su primer saqueo de manos de las tropas francesas,en su retirada. Se devolvieron en 1815 (aunque desaparecieron 12 vasos y otros llegaron con deterioros) y regresaron a la Granja de San Ildefonso.Despues Isabel II las trajo al recién creado Real Museo de Pintura hoy Museo del Prado, donde han permanecido desde entonces,eso si,con dos tragicos sucesos: un segundo robo en 1918,cometido por un empleado del museo (nunca se encontraron 11 de ellas y 35 estaban seriamente dañadas
), y su traslado a Suiza en 1937 a causa de la guerra civil.Regresaron en 1939 con alguna baja, y desde entonces,permanecen en el museo.


La colección de inestimable valor, esta compuesta por piezas realizadas en piedras duras (piedras semipreciosas como ágata, ónice, lapislázuli, jade o jaspe) y otras en cristal de roca. Todas las piezas van adornadas con ricas guarniciones de oro, plata y plata dorada; engastes de piedras preciosas, gemas y esmaltes opacos y traslúcidos.
Lo mayoria de piezas proceden de importantes talleres parisinos e italianos, aunque también cuenta con piezas de la antigua Roma, Bizantinas,  Medievales, Chinas de distinta época, que el Rey Delfin, el cual nunca gobernó, coleccionaba.

La exquisitez del Tesoro del Delfin se contempla con los estuches diseñados para las piezas, de modo que se adaptan perfectamente a ellas, lo que permitiría desplazarla con seguridad y facilitar su recuento.


La visita al museo requiere,sin duda,una visita a estas salas, que os recomendamos desde este blog. Ya nos contareis.

Horarios y precios en la entrada "Museo del Prado"