martes, 20 de junio de 2017

Palacio de Fernán Núñez


Retomamos nuestras visitas a los palacios madrileños con el programa cultural de la Comunidad de Madrid ¡Bienvenidos a Palacio!

En esta ocasión tuvimos la suerte de poder asistir a la visita guiada al Palacio de Fernán Núñez situado en la calle Santa Isabel 44, muy cerca del Museo Reina Sofía.



Actualmente y desde 1985 el Palacio de Fernán Núñez es la sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Adquirido en 1941 por la Compañía de los Ferrocarriles del Oeste de España, pasó a ser sede del Consejo de Administración de RENFE a raíz de la nacionalización de las compañías ferroviarias. En la actualidad es propiedad de Adif y de Renfe.

Como cualquier palacio que se precie, éste también tiene su historia…nos remontamos al año 1769 cuando, tras varios traspasos de la propiedad, el XIII duque de Alburquerque compró este edificio sito en la Calle de Santa Isabel, encargándose las obras de edificación al arquitecto Antonio López Aguado, discípulo de Juan de Villanueva.
La segunda y gran remodelación del palacio llegó a mediado del siglo XIX cuando el palacio fue heredado por Felipe María de Osorio y de la Cueva, VII Conde de Cervellón, casado con la II Duquesa de Fernán Núñez, dama representativa de la aristocracia madrileña durante el siglo XIX, quien decidió ampliar el palacio comprando un solar contiguo y convertirlo así en uno de los palacios más hermosos de Madrid. Para la realización de esta ampliación se contó con Martín López Aguado, hijo del anterior arquitecto, muy bien considerado por la aristocracia madrileña por su habilidad para conjugar el clasicismo heredado de su padre y la moda romántica que inundaba los interiores de las mansiones señoriales, las obras se desarrollaron entre 1847 y 1849. El palacio fue testigo de tertulias y fiestas de lujo que organizaba la duquesa de Fernán Núñez frecuentado por la Casa Real, la nobleza, la alta burguesía y el cuerpo diplomático.
En el transcurso de la Guerra Civil la familia Fernán Núñez traslada su residencia fuera de España, el palacio es incautado por las autoridades republicanas y custodiado por las Juventudes Socialistas Unificadas. Las obras de arte más valiosas son catalogadas y trasladadas a la Basílica de San Francisco el Grande con el fin de salvaguardar su valioso patrimonio.
Es en 1941, al ser vendido por la duquesa viuda de Fernán Núñez a la compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España, cuando el Palacio se vincula al ferrocarril.

Los duques de Fernán Núñez tenían una amplia colección de cuadros, entre ellos algunos de Goya, pero al vender el palacio en 1941 la duquesa viuda decide llevarse parte del mobiliario original y objetos de decoración a su residencia de Aranjuez. Con lo cual gran parte del mobiliario que veremos en la visita no es original del palacio.

Accedemos al Palacio por la entrada de carruajes que da paso a un patio principal cubierto en el que podemos observar la bonita loggia o galería acristalada de la primera planta.
Desde este patio accedemos a la escalera de gala, al principio de esta escalera encontraremos un pequeño espejo que servía a las damas para revisar si su atuendo estaba correcto.



En esta época los palacios del clasicismo-romanticismo se caracterizan por unos exteriores muy sobrios e interiores muy ricos en decoración. Se querían recargar tantos los interiores que a veces no disponían del presupuesto suficiente y recurrían a decoraciones con estuco. Esto es lo que nos encontramos en el Salón de estucoparedes y techos realizados utilizando esta técnica, que si nadie te lo advierte pensarías que es mármol. También en éste salón podemos ver la preciosa lámpara de cristal de La Granja.


En nuestra visita accedemos a diferentes estancias como la Sala de las columnas; la Sala rosa; el salón amarillo; destacaremos el Salón isabelino con mobiliario de la época isabelina, destaca la chimenea de mármol blanco de Carrara, la alfombra de la Real Fábrica de tapices de Santa Bárbara y las lámparas de cristal de Baccarat. 





El Comedor de gala, donde destaca la gran mesa central de nogal, presidiendo la estancia una gran chimenea realizada en mármol blanco de Carrara y 12 tapices franceses realizados en petit point. 



El precioso Salón de Baile, con gran influencia francesa en su decoración, las molduras y artesonados de las paredes son dorados, las lámparas son de cristal de Baccarat y el precioso suelo de marquetería. 




El Salón encarnado, anteriormente conocido como salón Rojo, que tras la guerra Civil tuvo que cambiar el nombre porque no estaba bien visto que se llamase Salón Rojo por lo que pasó a llamarse Salón encarnado, con lámpara de cristal de Baccarat.

No os podemos desvelar el contenido de todas las salas del palacio así que os emplazamos a que vayáis a visitarlo.  La verdad es que la visita al palacio mereció la pena ya que a pesar de haber sufrido diversas reformas y ampliaciones, es una de las construcciones palaciegas mejor conservadas de la ciudad.


Durante la visita guiada al palacio no nos permiten realizar fotografías, éstas son sacadas de la web de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles https://www.ffe.es/palacio/palacio_galeria_3.htm 

Siguiendo con nuestra costumbre, antes de realizar nuestra visita si nos da tiempo o sino después, vamos a desayunar, en esta ocasión el lugar elegido fue Alma Café en C/ Santa Isabel, 42, un sitio tranquilo y acogedor en el que puedes elegir entre una gran variedad de tartas caseras




Esperamos que os haya gustado nuestra nueva publicación pronto subiremos nuevo post con otra de nuestras visitas a palacio.

jueves, 1 de junio de 2017

Museo naval

Muchísimas veces habíamos pasado por allí, Paseo del prado,5, pero extrañamente nunca habíamos pensado entrar.
" ¿Un museo de barcos en Madrid?..... pero si aquí no tenemos mar",  fué mi pensamiento en alguna que otra ocasión.
Sinceramente imaginaba que sería un museo de batallitas navales, y nosotras, que desconocemos totalmente el tema, nos habíamos dejado este museo para el final.
Nada mas entrar, nos dimos cuenta de nuestro error....¿como pudímos haber dejado pasar tanto tiempo sin entrar? Pasamos una mañana marina y maravillosa en pleno corazon de Madrid que queremos compartir con vosotr@s.

Empezemos...
Su origen se remonta a 1792 cuando Antonio Valdés y Fernández  Bazán, secretario de Estado de Marina, promueve la creación de un Museo de Marina en Cadiz. Posteriormente se inauguró en Madrid en 1843.Desde entonces ha pasado por varias sedes hasta abrir sus puertas en 1932 en el Ministerio de la Marina, actual Cuartel General de la Armada.

Nuestra primera sorpresa al entrar:
¡25 salas de gran interés con pinturas, cartografía, armas, enseres navales,etc..!
Sus salas están perfectamente ordenadas para que, incluso iletradas en el tema, como nosotras, puedan seguir el itinerario sin problema.


La primera sala está dedicada a los Reyes Católicos (1474-1517). De sus paredes cuelgan los dos monarcas para recibirnos, vigilando la sala con la misma seriedad y austeridad que mostraban en su vida.


Además podemos admirar cuadros dedicados al descubrimiento de América, como el que os mostramos a continuación, obra de Garnelo.



A partir de aquī, recorremos las salas odenadas cronograficamente, por casa reales, épocas y batallas navales  que sucedieron en esa época.

Así podemos encontrar en las siguientes salas dedicadas a la casa de Austria (1517-1700): oleos, cuadros, maquetas etc sobre las batallas mas  importantes de la Armada Española, como las batallas de Lepanto, la derrota de la Armada Invencible hasta llegar a la Batalla de Trafalgar (1805), la cual es la dueňa y señora de una enorme sala, donde se destaca la confrontación con Gran Bretaña durante la segunda mitad del siglo XVIII.
Modelos de navios, oleos de Antonio Brugara y Rafael Manleón, retratos de marinos de la armada o vestuarios auténticos de la época.






A continuación, podemos encontrar el vestíbulo de honor, con una de las escaleras mas majestuosas de España, por donde acceden Reyes , la cual no pudimos ver al encontrarse cerrada, pero si pudimos admirar la mesa de despacho de Manuel Godoy (famoso primer ministro del rey Carlos IV)



A destacar también una sala que homenajea a Isaac Peral, inventor del primer submarino,


pero el tesoro de este museo,la sala mas transitada, la pieza clave es:

La carta universal de Juan de la Cosa:



En 1500, en el Puerto de Santa María (Cádiz), el marino cántabro Juan de
la Cosa trazó esta carta por encargo del obispo Fonseca para mostrar a los
Reyes Católicos los nuevos descubrimientos realizados entre 1492 y 1500,
la extensión de su imperio ultramaríno y las conquistas llevadas a cabo
por otras potencias europeas rivales.
La importancia de la carta radica, entre otros aspectos, en ser la primera
carta náutica conservada que incluye la representación de América. De
este modo, recoge los descubrimientos hechos por Cristóbal Colón en sus
tres viajes, los de Ojeda, Vespuccio y Caboto. Parece que Juan de la Cosa
había acompañado a Colón en dos de sus viajes o incluso en tres y a
Ojeda en dos. En total había realizado siete viajes a Indias.

El museo termina sus salas con maquetas,cuadros, replicas de buques de  la república,la guerra civil, la jefatura de Franco o el reinado de Juan carlos I y la reproducciones fabulosas de dos camaras de comandante y de oficiales de navío.


Sala Almirante Julio Guillén Tato, llamada así por el director del museo naval.El es el verdadero creador y promotor del reinaugurado museo.Sus ideas sobre museografía resultan muy adelantadas en comparación con el panorama de los museos españoles de la época.



Sala del Almirante Jose Ignacio Gonzalez-Aller. En ella se reunen los miembros del Real Patronato.Anteriormente había sido utilizada como sala de investigación, fruto de  la iniciativa del Almirante Julio Guillén Tato. La sala cuenta con piezas de variada naturaleza, la mas anecdótica es el fragmento de la piedra lunar, donada al almirante Luis Carrero por el presidente de EEUU, Richard Nixon en 1973




 Una mañana perfecta, así, improvisada, como salen mejor las cosas, que nos enseñó que si se puede tener un gran  museo Naval en Madrid, lejos de mares y costas.

Y para rematar el día, que mejor que comer en un precioso sitio y con buena compañía, así que nos fuimos a un pequeño oasis muy cerca del constante tráfico y trajín del Paseo del Prado.
El sitio esta escondido y no lo conoce mucha gente, por lo que aún guarda el encanto de no ser un sitio bullicioso, teniendo en cuenta lo céntrico que está.
Hablo del restaurante Le Cafe, coqueta brasserie francesa dentro del Instituto Francés, sitio frecuentado por trabajadores de oficinas cercanas que acuden a comer su buen menú del dia y de estudiantes con apuntes y animadas conversaciones en la lengua gala.
Tienen buenos desayunos y menus buenos a precios razonables , pero sin duda  el gran tesoro del lugar es su terraza. Si váis, seguro que os gustará!No olvidéis contadnoslo mediante un comentario.
Le Cafe. Instituto frances. C/ Marqués de la Ensenada,12. Madrid