domingo, 21 de junio de 2015

Rincones secretos de Madrid

Hoy comenzamos las vacaciones de verano, como los escolares, y para poner el broche de oro y debido a las buenas temperaturas que nos obligan a salir de los museos, hoy os voy a hablar de algunos lugares y rincones maravillosos e injustamente desconocidos.

El primero, no es sólo una iglesia, es como leí en algun lugar,la capilla Sixtina de Madrid.
La Iglesia de San Antonio de los Alemanes, una pequeña iglesia escondida en Malasaña, (calle de la puebla,20), que por su aspecto exterior nadie se puede imaginar de la increíble belleza que podemos observar cuando entramos.

La iglesia comenzo sus obras en 1624 y terminó en 1633.
Inicialmente fue fundado como hospital para portugueses, cuando Portugal era parte de los reinos hispánicos bajo los Austrias. La reina Mariana de Austria, segunda mujer de Felipe IV, cuando ya Portugal dejó de formar parte del Imperio español, lo cedió en el año 1668 a la comunidad de católicos alemanes, numerosa en la Corte desde la llegada de la reina consorte Mariana de Neoburgo, cambiando el nombre del hospital y de la iglesia. Aun así conservó la advocación de San Antonio de Padua, santo portugués
Su fachada es barroca y sobria debido a los problemas economicos por los que pasaba Madrid en la epoca de construcción, sin embargo la decoración interior es un lujo, pintada al fresco totalmente, desde el techo hasta el suelo.
Los frescos del centro de la cúpula narran la Apoteosis de San Antonio, con el santo portugués ascendiendo al cielo rodeado de ángeles. Esta parte de la obra fue realizada por Juan Carreño de Miranda y se sitúa encima de una rica arquitectura fingida a modo de basamento o tambor, obra de Francisco Rizi, con columnas salomónicas y frontones acaracolados. Rizi también pintó los santos portugueses localizados en el primer anillo de la cúpula.
El retablo mayor sustituye a uno barroco, eliminado durante el Neoclasicismo. En él se encuentra la excelente escultura de San Antonio con el Niño.

También existe una cripta en la iglesia con los restos de dos infantas de España.
Una hija de Alfonso X el sabio y una hija de Fernado IV de Castilla.



También queria hablaros de un riconcito para pasar un rato tranquilo en esta agitada ciudad, un lugar de paz y sosiego. Se encuentra en la plaza de la Paja. Constituye una de las escasas muestras de jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en la capital.
Pertenece al Ayuntamiento de Madrid, que se encarga de su gestión, mantenimiento y conservación.
Tanto el jardín como la casa palaciega toman su nombre de Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Alfonso-Pimentel, príncipe de Anglona y marqués de Jabalquinto, quien habitó en el lugar en el siglo XIX. 

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